Pie plano en niños
Aunque
ha sido por mucho tiempo uno de los motivos de consulta más frecuentes
en la práctica ortopédica, es aún una entidad poco
comprendida por los padres, sobre la cual existe gran cantidad de ideas
erróneas y, aún en ocasiones, de conceptos contradictorios
en los especialistas que lo manejan. |
El pie plano
No existe un consenso generalizado para delimitar con precisión en qué
medida un pie determinado es normal o no. El pie plano es la ausencia o pobre
definición del arco longitudinal, sobre el cual se realiza el apoyo.
El arco del pie es una estructura que se va haciendo evidente con el crecimiento y sobre cuya conformación influyen diversos factores que mencionaremos más adelante.
Arco longitudinal del pie
El Arco Longitudinal del pie es la concavidad que se observa en la parte interna
de la planta, gracias a la cual, al estar de pie, el apoyo se realiza sobre
la parte externa y está formado por el esqueleto del pie, teniendo los
músculos poca o ninguna injerencia en su conformación.
El
arco longitudinal no está presente al nacimiento. Todos los recién
nacidos presentan pie plano. La presencia de una almohadilla de grasa
en la planta del pie y la gran flexibilidad de los ligamentos del niño
hace que sea difícil observar el arco antes de los dos años
y, por lo tanto hasta este momento, no es posible diagnosticar el pie
plano flexible. |
Con el crecimiento, al ir desvaneciéndose la almohadilla de grasa plantar, y al perderse algo de la flexibilidad normal en los ligamentos, el arco se va haciendo cada vez más evidente, aunque su desarrollo no es igual en todos los niños. Existen, sin embargo, algunos niños que presentan alteraciones graves del desarrollo de los pies algunas de las cuales se manifiestan en forma temprana, y otras más adelante.
Figura 1. Vista
lateral del pie humano donde se observa el arco longitudinal interno y la huella
que forma.
No existe una causa única a la cual adjudicarle el desarrollo del pie plano. En la mayor parte de los pacientes, no se observan alteraciones estructurales importantes, se encuentra un pie con movilidad adecuada y que no produce molestia alguna. Este es el llamado pie plano flexible y es considerado por muchos autores como una variante anatómica normal, aunque la controversia en este punto persiste.
Los ligamentos que unen los huesos del pie son, en estos niños, muy laxos y permiten que el arco, aunque esté presente en apariencia, se colapse y se observe disminuido o ausente al realizar el apoyo.
Existe otra categoría de pie plano que es la encontrada en aquellos pacientes que sí presentan alteraciones importantes en la conformación de sus pies los cuales son generalmente dolorosos y , por lo mismo, incapacitantes. Las causas en este caso son variadas, encontrándose entre las principales, alteraciones congénitas en la formación o posición de los huesos del pie, uniones anormales entre éstos o pérdida del arco debida a parálisis o debilidad de los músculos de la pierna.
Algunos autores llaman genéricamente a este segundo grupo pie plano patológico. Identificar y tratar los pacientes con pie plano patológico es uno de los principales objetivos de la consulta ortopédica.
Figura 2. En el
pie plano, las relaciones de los huesos del pie permiten que el arco desaparezca
al realizar el apoyo.
Síntomas
La gran mayoría de niños que son llevados a la consulta por pie
plano no presenta ningún síntoma y el motivo de consulta es la
preocupación de los padres por la ausencia del arco o el desgaste anormal
o excesivo de los zapatos.
Algunos
niños con pie plano flexible pueden presentar dolor en el pie o
en las piernas o se cansan fácilmente, molestias que, por lo común,
son leves, ocasionales y no incapacitan al niño para sus actividades. |
El paciente con pie plano patológico suele presentar dolor, que puede iniciar en la infancia o en la adolescencia, callosidades y una verdadera limitación funcional por la intensidad de sus molestias que es mucho mayor a la que se observa en el pie plano flexible.
Diagnostico
Aparte de la obvia observación del niño con un arco longitudinal
pobre o en apariencia ausente, el médico valorará, para definir
adecuadamente la gravedad del problema, la flexibilidad del pie, su movilidad
y si el caso lo requiere podrán realizarse radiografías o inclusive
estudios de mayor complejidad.
Tratamiento
Uno de los mitos más difundidos sobre el pie plano es que todo niño
que lo presente debe recibir tratamiento. Creencia generalizada que ha sido
muy difícil de erradicar, en parte porque ha sido alimentada por mucho
tiempo por generaciones de ortopedistas que así pensaban, ante la ausencia
de estudios serios que demostraran lo contrario. Actualmente se acepta que el
pie plano flexible, que no genera molestias y al cual se ha descartado mediante
un examen físico cuidadoso la existencia de anormalidades importantes,
no requiere tratamiento.
Pacientes que presenten dolor o algún grado de incapacidad, deformidades asociadas o alteraciones estructurales deben recibir atención oportuna y seguimiento periódico por parte del ortopedista.
Hasta
el momento no se ha comprobado que las modificaciones al calzado empleadas
para corregir el pie plano logren cambiar la conformación del pie,
ni la aparición del arco. Por el contrario el seguimiento de muchos
pacientes que durante años fueron manejados con botas, plantillas
o zapatos ortopédicos no arrojó diferencias al compararlos
con niños que no habían recibido tratamiento alguno. Por
lo tanto, el objetivo que persigue la utilización de estos realces
es mejorar los síntomas cuando se presenten y en ocasiones se obtiene
como ganancia secundaria una prolongación en la vida útil
del calzado. |
El pie plano patológico, puede requerir además la realización de procedimientos quirúrgicos para mejorar el dolor o las deformidades presentes. Estas cirugías están indicadas muy rara vez en el pie plano flexible.
La
fisioterapia es una herramienta que puede igualmente mejorar algunas de las
alteraciones presentes en estos niños.
Teniendo en cuenta que el pie plano flexible no puede diagnosticarse antes de
los 2 o 3 años de vida, sólo en ese momento se iniciará
su manejo cuando los síntomas lo justifiquen.
En
niños con pie plano rígido, desde su diagnóstico se valorará
la necesidad e indicación de las opciones terapéuticas, que pueden
ser muy variadas y dependerán de la edad del paciente, la rigidez del
pie, condiciones asociadas y severidad de los síntomas.
Tipo de zapato
CARACTERÍSTICAS DEL ZAPATO IDEAL
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Partiendo
de la base que es poco probable que los zapatos ortopédicos contribuyan
efectivamente a mejorar el arco plantar, habría una serie de recomendaciones
para definir el calzado ideal en los niños, tengan o no, pie plano.
El zapato debe ser amplio para ajustarse a la forma del pie y no al contrario,
flexible para permitir la movilidad adecuada. Para evitar una presión
excesiva sobre los dedos, no se aconseja el uso del tacón alto,
especialmente en las niñas, empujadas desde temprano a seguir las
tendencias de la moda femenina. |
En cuanto a su peso, lo ideal es que sea liviano para así evitar un gasto de energía innecesario y que tenga una ventilación suficiente que permita la evaporación de la humedad; por último, la suela debe garantizar una adherencia suficiente al suelo.
IDEAS EQUIVOCADAS SOBRE EL PIE PLANO
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¿Se debe permitir al niño
con pie plano andar descalzo?
Quienes han estudiado poblaciones donde es habitual caminar descalzo observan
que los pies de estas personas, niños y adultos, presentan una mayor
flexibilidad, menos deformidades y una tendencia claramente menor a desarrollar
pie plano, rebatiendo así otra arraigada creencia y poniendo de manifiesto
una vez más que los zapatos del niño, cuyo objetivo es protegerlo
de lesiones, deberían brindarles la movilidad, amplitud y comodidad del
pie desnudo.