Recomendaciones generales para mejorar la práctica médica en pediatría


1.- Contar con las certificaciones y actualizaciones indispensables:

  • Cédula profesional debidamente otorgada por el Registro Federal de Profesiones de la SEP.
  • Cédula de la especialidad debidamente requisitada por el Registro Federal de Profesiones de la SEP.
  • Certificación del Consejo Mexicano de Certificación en Pediatría así como la Recertificación quinquenal obligatoria.
  • Estar afiliado, en calidad de Socio Activo a una Sociedad, Colegio o Asociación de la especialidad, de prestigio reconocido.
  • Estar en disposición de mostrar la documentación anterior a los padres del menor o a la autoridad competente que así lo requieran.

2.- Mantener estrecha comunicación con la familia o representantes del paciente:

  • Brindar un trato respetuoso y afable al niño y sus familiares, asegurando la corresponsabilidad.
  • Incluir tanto en el paciente como a los padres en la decisión sobre su tratamiento.
  • Brindar información utilizando un lenguaje apropiado y entendible.
  • Promover la participación de los familiares del niño en su diagnóstico, plan de estudio y tratamiento, así como de los cambios clínicos.
  • Obtener el consentimiento validamente informado en todos los procedimientos diagnósticos y terapéuticos que así lo ameriten.

3.- Dar especial atención a la vigilancia y control del niño sano:

  • Fomentar en la madre del recién nacido, la lactancia materna exclusiva, haciendo énfasis en sus ventajas y beneficios que aporta al niño.
  • Fomentar en los padres o responsables las medidas higiénicas personales indispensables, en la preparación de los alimentos, lavado de manos y aislamiento preventivo del contagio de padecimientos infecciosos.
  • Proporcionar a los padres información suficiente y sencilla sobre el manejo de alimentos como medida que favorezca un crecimiento adecuado y prevenga trastornos relacionados con la nutrición.
  • Realizar una exploración física detallada y completa.
  • Incluir y documentar en el expediente clínico todos los de parámetros que permitan dar un seguimiento apropiado del crecimiento y desarrollo.
  • Aplicar un esquema de Inmunización, en el que se incluyan las vacunas del Programa Nacional de Vacunación. Proporcionar a los padres y/o responsables del menor, información acerca de otras vacunas aprobadas y disponibles, con explicación del riesgo - beneficio.

4.- Asegurar una valoración integral neonatal:

  • Identificar oportunamente mediante una exploración física completa las malformaciones congénitas diagnosticables con procedimientos sencillos y rutinarios.
  • Recurrir a estudios especializados ante la sospecha de la presencia de otras malformaciones.
  • Realizar la prueba de tamiz neonatal básico y cuando el caso lo requiera el tamiz metabólico ampliado.
  • Comunicar el diagnóstico a los padres hasta que se disponga de la información suficiente.
  • Solicitar interconsulta con otros especialistas que puedan contribuir al cuidado subsecuente del paciente.

5.- Efectuar diagnósticos y tratamientos oportunos:

  • Conocer los problemas de salud en la población pediátrica que representan las causas más frecuentes de morbilidad y mortalidad del ámbito geográfico y social en el que despeñe su práctica profesional.
  • Realizar los procedimientos diagnóstico y terapéuticos para problemas de salud basados en la mejor evidencia disponible y aplicándolos conforme a las circunstancias del medio en el que ejerce.
  • Evitar el abuso de auxiliares de diagnóstico, estudios de laboratorio y gabinete.
  • Solicitar el apoyo de otros especialistas cuando el caso así lo amerite.
  • Conocer y cumplir con lo dispuesto en las Normas Oficiales Mexicanas:
    NOM-168-SSA1-1998, Del Expediente Clínico y la NOM-031-SSA2- 1999, para la atención del niño.

6.- Detectar oportunamente las urgencias médico-quirúrgicas:

  • Atender oportuna y eficientemente al paciente que llega a urgencias.
  • Evaluar en forma integral y multidisciplinaria para determinar el diagnóstico y su referencia adecuada del paciente.
  • Proporcionar tratamiento médico inmediato a las alteraciones que pongan en peligro la vida o la función de uno o varios órganos.
  • Evitar el empleo de medicamentos que puedan que puedan enmascarar el cuadro clínico.
  • Enviar junto con el paciente toda la información disponible en caso de su traslado.
  • Contar en las áreas de atención medica con medicamentos, equipo e instrumental básico para el tratamiento de una urgencia.
  • Informar a los padres o responsables de las limitaciones que en su caso se tengan de la atención del padecimiento, y las alternativas para su traslado.

7.- Detectar y tratar al paciente con urgencias respiratorias y/o enfermedades diarréicas:

  • Evaluar clínica, objetiva y rápidamente el estado cardiopulmonar y hemodinámico.
  • Establecer la etapa clínica del padecimiento (choque temprano, choque tardío, dificultad respiratoria, insuficiencia respiratoria, paro respiratorio o paro cardiorespiratorio) para proporcionar un manejo óptimo e individualizado.
  • Garantizar una vigilancia estrecha para la detección temprana de complicaciones.

8.- Conocer el fundamento médico de la prescripción:

  • Tener conocimiento suficiente y actualizado de los tratamientos farmacológicos de cada padecimiento, de sus efectos indeseables o colaterales, así como de los riesgos potenciales de su empleo.
  • Prescribir tratamientos de acuerdo a los principios científicos y éticos de la práctica de la medicina.
  • Tener acceso a la información sobre los aspectos farmacológicos de los medicamentos utilizados (absorción, distribución, metabolismo, excreción e interacción posible con otros fármacos).
  • Explicar detenida y ampliamente a los padres y/o responsables del menor las presentaciones de los fármacos prescritos, las dosis, los horarios y la duración del tratamiento, haciendo hincapié en el cumplimiento de los mismos.

9.- Proporcionar atención adecuada al niño hospitalizado:

  • Proporcionar a los padres o responsables del menor información diaria y cada vez que existan cambios significativos sobre el diagnóstico, pronostico, plan de estudio y tratamiento.
  • Hacer partícipes de la responsabilidad a los pacientes, padres y/o responsables del apego al tratamiento y su repercusión en el pronóstico.
  • Unificar criterios de información entre el personal de salud involucrado en la atención del paciente, promoviendo la comunicación permanente.
  • Obtener sin excepción el consentimiento informado en procedimientos con riesgo.
  • Facilitar las visitas hospitalarias a familiares con pacientes en estado crítico.